¿Ángel?

-Nunca nada ni nadie me hizo sentir así. Me daba vergüenza 

mirarle a los ojos ya que mi corazón latía tan fuerte y hacía 

tanto ruido que enrojecía de pensar que lo fuese a oír. Sus 

caricias electrizaban mi piel. Sus besos eran el néctar que me 

daba la vida día a día. El roce de su piel entumecía mi cuerpo. 

Olvidé lo que era la vida sin él,me negué a vivir sin él, me 

convencí que era mejor vivir dentro de las barreras que nosotros 

mismos construimos con la ternura de una tarde de verano.Dije 

melancólica.

-Entiendo.Dijo asintiendo.

-Nuestra complicidad creció con el tiempo.Hasta tales extremos que decidí que nunca amaría a nadie más así y me auto exigí que sería el ultimo, que nadie me daría más calor que el que me daba él.Pero un día el decidió que no valía con lo que yo sentía,que necesitaba más.Que él ambiciaba más que todo aquello.Y así aplastó mi corazón.

-Y entonces fue cuando...

-¿Cuándo me intente suicidar?

-Si,cuando lo intentaste.

-Si.Salí corriendo .En busca del lugar donde había estado metida tanto tiempo,pero por más que busqué,no encontré.

Pude recordar donde vivía.Cuando llegué,me dirigí a la cocina,cogí el cuchillo más afilado,me metí en la bañera y allí me corté las venas. No lo hice bien por lo que,me quedé ida.No se como pero me fui a la calle, era noche cerrada y no había nadie el la calle,pasee sangrando,hasta que pase cerca de un parque,y acurrucado bajo un un árbol vi un ser que...

-¿Que ser? Interrumpió.

-.Un ser que nunca antes había visto.No era exactamente un ángel.Tenia las alas mucho más grandes,tan grandes,que se arropaba con ellas.Lo más curioso que al mirarle los pies me di cuenta que los tenía al revés. Me curó y me dijo que no me preocupase,que tratase de curar mis heridas del alma con la misma paciencia con la que él a mi me estaba curando las superficiales.Me secó las lagrimas y dijo:

-Ahora,he de irme.Pero tranquila al contrario que él,yo siempre estaré.

-¿Y se fue?

-Si.

-¿Y luego?

-Eso es otra historia. Dije a mi psicóloga.